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La mujer sin cabeza

Año: 2008

Duración: 87 min.

País: Argentina

Dirección: Lucrecia Martel

Guión: Lucrecia Martel

Fotografía: Bárbara Álvarez

Reparto: María Onetto,  Claudia Cantero,  César Bordón,  Daniel Genoud,  Guillermo Arengo, Inés Efron,  Alicia Muxo,  Pía Uribelarrea,  María Vaner

Productora: Coproducción Argentina-España-Francia-Italia; Aquafilms / El Deseo / Slot Machine / R&C Produzioni / Teodora Film

Género: Drama

Grupos: Trilogía de Salta de Lucrecia Martel

 

 

Reseña por Elisabet Pallás

 

Estrenada en 2008 y coproducida entre varios países (Argentina, Italia, Francia, y España), la tercera cinta de Lucrecia Martel, titulada La mujer sin cabeza, se centra en el personaje de Vero (María Onetto), una mujer de clase acomodada cuya existencia cambia radicalmente tras causar un grave accidente de coche. Rodada íntegramente en la provincia argentina de Salta (región donde Martel ya habría filmado otras dos películas), la cinta presenta el retrato crudo e intimista de una protagonista severamente afectada por el trauma, a través de una cinematografía y guion que enfatizan la desubicación y aislamiento emocional de su protagonista.

Sirviéndose de planos largos, desenfocados y opacos, la directora prioriza ilustrar el debate ético de Vero, optando por un estilo cinematográfico que renuncia al avance rápido de la trama para atribuir mayor importancia a la construcción de un relato psicológico profundo. De carácter introspectivo y enigmático, la cinta sumerge al espectador en una realidad ominosa e inquietante, filmada en interiores oscuros y desarrollada a través de una narrativa tenue y elusiva, que acrecienta la duda del espectador frente a los acontecimientos de la misma. En realidad, La mujer sin cabeza exhibe formalmente la misma naturaleza elíptica que caracteriza el conjunto de la filmografía de Martel.  Aunque la cinta retrata las deficiencias de una sociedad burguesa acomodada a través de una protagonista que ni siquiera se baja del coche para comprobar el alcance de su descuido, su articulación es tan eficaz como indirecta: deriva de una trama exclusivamente articulada a través de indicios, que parten, significativamente, de un accidente producido en fuera de campo.

En última instancia, aunque la directora ejecuta una película que aborda temáticamente un caso de estudio sobre conceptos tan delicados como la culpabilidad y la mentira, su propuesta constituye una experiencia cinemática compleja y ambigua, que incomoda al espectador con una narrativa angustiante que persiste en avivar la duda: la huella de una mano infantil, conspicuamente grabada en la ventana del conductor, recuerda al espectador y a Vero las implicaciones de (sobre)vivir con la carga de la culpa.

Para citar esta reseña, por favor usa la referencia: Pallás, Elisabet (2019): «Reseña de La mujer sin cabeza», Gynocine Project, Barbara Zecchi, ed. www.gynocine.com

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